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Mostrando entradas de marzo, 2020

DIAS 16 Y 17

          He dejado un día por medio en el blog por una razón muy sencilla. A veces sentimientos tristes y pesimistas se apoderan de mi mente y me dejan tocado de tal modo que me cuesta respirar. Afortunadamente tengo recursos para salir de ese estado y retomar la relativa normalidad que estos días tenemos todos.                     Una reflexión que sigue danzando con frecuencia por mi cabeza, que he compartido en charlas telefónicas y por conversaciones de Whatsapp con amigos, compañeros y familiares es que la situación que estamos viviendo actualmente no nos va a cambiar en nada en el futuro. Me explico. El que era malo, lo es ahora y lo seguirá siendo y sucede lo mismo con las buenas personas. Ahora todo son actos, gestos y palabras emotivas, sinceras, amables, humanas y mil calificativos más. Cuando esto pase, porque no dudéis que pasará, al principio todo será "nuevo" nos cogeremos con ganas, por resumirlo de una manera vulgar. Nos abrazaremos, saldremos más a la

DIA 15

          Creo que le tengo cogido el pulso, en mayor o menor medida, al día a día en casa cuando no estoy trabajando. Me ha costado tiempo establecer una rutina, es lo único que me salva. Los seres humanos somos animales de costumbres pero también tenemos la facilidad de adaptarnos a las situaciones más complicadas que se nos presentan.           Me levanto y desayuno. Hago tareas del hogar. Entreno según el plan mensual que me sigue mandando mi entrenadora, fisioterapeuta y amiga Bárbara. Después tomo asiento ante el ordenador para escribir. Cocino. Reposo un rato trasteando con el móvil. Salgo a la terraza con Mayte, nos sentamos en las sillas que tenemos y nos centramos en la lectura que cada uno tenga entre manos imaginando que estamos en un banco del parque. El resto de la tarde transcurre con ejercicios de yoga o estiramientos y alguna serie o película. Salimos a las ocho puntualmente a aplaudir. Hacemos la cena. Nos atragantamos con cualquier telediario. Zapeamos un rato y

DIA 14

          Decido escribir hoy esta entrada con algo más de ánimo que ayer. Sigue pesando el dolor del fallecimiento de mi tío, más le pesa a mis padres, pero todo esto que nos rodea sigue avanzando y no puedo quedarme anclado en el pasado, en el día de ayer. Sería estúpido por mi parte. Debo soportar la pérdida y estar lo más lúcido posible para vivir el aquí y el ahora que es lo único que cuenta.           Un compañero nos ha puesto un audio en el grupo de trabajo muy duro. Otro más que se une a la lista. Llora en el audio. Lleva toda la semana con tos. Ha perdido el olfato y el gusto. Nos cuenta que la leche para su paladar parecía agua esta mañana. Pues nada, a seguir tirando los que vayamos quedando. Haremos lo que buenamente se pueda. Resignación. Seguiremos cazando monstruos por todos ellos y por el resto de gente que está en sus casas con mejor o peor estado de salud.           Mientras escucho Young and Foolish de Bill Evans reflexiono sobre mi vuelta temporal a la red

DIA 13

          Cuando se depuren responsabilidades sabremos quiénes son los culpables. Se les debería pedir explicaciones y que paguen por ello. Hablo de la desgracia que se sigue cebando a día de hoy 26 de Marzo de 2020 con las residencias de nuestros mayores. Los pobres están cayendo como chinches y nadie sabe dar una explicación coherente.           Nuestros mayores es un tesoro enorme. Sé que es una frase muy manida pero es real. Cada uno de nosotros somos lo que somos por los mayores que nos rodean en nuestro entorno familiar. No olvidemos que en nuestra infancia somos esponjas, absorbemos lo que nuestros padres, abuelos y demás familiares nos enseñan. Ahora somos adultos y esos que ayudaron a conformar nuestra personalidad son ancianos o casi ancianos. Se les trata como el último escalón de la pirámide social cuando sin ellos los jóvenes y adultos de hoy no seríamos nada. Yo sin mi padre o sin mi madre no sería quién soy, en lo bueno y en lo malo.           A colación de este tem

DIA 12

          Empiezo hoy con las palabras de mi amigo Antonio Figueras. Esto que estamos viviendo no es una guerra, es una pandemia, pero hay que tomárselo como una guerra y ser obedientes. No basta con ser responsables hay que ser obedientes y aunque no sea una cuestión de patria y sí de solidaridad, la patria de Figueras, y la mía, y creo que la de todos los que me leéis es la gente, la gente que debe vivir. Con liberales, anarquistas de salón y fascistas odiadores no vamos a acabar con esto.           Y hasta aquí mi opinión sobre la política que pienso hacer en este cuaderno de bitácora. Seguiré hablando de mi patria, la gente de este país, mi gente, la que lo está pasando mal y la que lo está pasando peor.           Desayuno esta mañana con malas noticias del entorno familiar de Mayte. Gente que enferma y que no sabe muy bien si esas décimas de fiebre, esa tos, ese malestar y ese mal cuerpo es a causa del coronavirus o de alergias, catarros o gripes. No se pueden hacer

DIA 11

          Anoche me llevé un pequeño sofoco a raíz de una discusión con los únicos amigos que mantengo del mundo de la poesía al que yo pertenecí unos años atrás.           Hace tiempo escribía poesía, publicaba algún libro que otro, acudía a recitales. Ya no. No me apetece, no tengo ganas, es un mundo, ese al que acudía, que me parece vacío, carente de sentido, gente cargada de ego por escribir sus ripios, como yo, y que se creían o se creen mejores, gente que cree que la poesía salvará al mundo. La poesía no salva a nadie. La poesía es un entretenimiento, un arte, una vía de expresión, pero no salva vidas. Siento ser tan práctico. Pero poco a poco voy descubriendo lo que realmente importa en esta vida. Y lo que importa son las personas, no solo ahora por la situación dramática que tenemos, también antes. A mí qué más me da que los versos de quién sea estén a la altura de Chantal Maillard o Pessoa si luego es un imbécil como ser humano. Sigo leyendo poesía porque me gusta, trato d

DIA 10

          Amanezco sin haber recibido la recomendación musical del día por parte de Charly. Lo solucionamos rápido. Me deja Dulce introducción al caos de Extremo Duro y no puedo estar más de acuerdo. Vivimos en un caos, atemorizados, intentando mantener la calma a duras penas. No sabemos lo que pasará en unas horas como para preocuparnos por la semana próxima.           Muchos de los que me contáis que leéis este blog sé que tenéis familiares en situaciones complicadas. Otros no pero el miedo os ronda. Solo os pido que respiréis profundo, las veces que haga falta, que lloréis y que sigáis con vuestro día a día confinados como si nada. No nos queda otra.           Ayer al mediodía Mayte y yo tomábamos una cerveza en la cocina. Nuestra cocina da a un patio de luces que compartimos los vecinos de mi bloque con los del bloque de al lado. En un momento dado y en un arranque de solidaridad y espontaneidad alguien puso música a todo volumen y muchos salimos a las ventanas de nuestras c

DIA 9

          Hay que creer en ciertos seres humanos en estos tiempos que pasan, según Quique González en su canción Manhattan . Me cuesta y mucho ser optimista viendo tanto inepto complicándonos la vida a los demás. Gracias Charly por la banda sonora de hoy.           Mi tío José está peor. Grita, lo sedan, vuelve a despertarse, aúlla de dolor y así son sus días. Al lado mi tía Vicenta. Ha tomado la difícil decisión de quedarse a su lado. Esto conlleva que no puede salir del hospital para nada y el trastorno psicológico que ello le está produciendo. Está viendo a su marido en vivo y en directo, cada puñetero minuto del día, sufrir y morir. No puedo ponerme en su piel ni por un momento. Qué horrible. Quiero que mi tío deje de sufrir ya y que mi tía pueda irse a su casa o donde sea.           Mi tío Eulalio ha empeorado. Le han puesto un respirador, al parecer, según mi padre. Mi tía Nieves sigue en el Severo Ochoa sola, luchando por su vida, tras un TAC le han detectado trombosis pu

DIA 8

          Vuelvo a retrasar la entrada del blog por cansancio. Estoy en casa. Me libro el fin de semana de trabajar. Aún así, parece ser, que los que estamos librando tanto el sábado como el domingo permanecemos de retén. Si alguien se ausenta tocará sustituirle.           Ayer, como en muchos sitios de este país, acudimos a aplaudir con los vehículos patrulla, las luces puestas y las sirenas a los sanitarios de uno de los dos hospitales de Móstoles. Imagino que nos iremos turnando y dividiendo si las necesidades del servicio lo permiten. Fue un momento emotivo, bonito, todos al unísono, sanitarios, nosotros, gente desde sus terrazas. Sé que Araceli lloró. Los que somos más sensibles, los de lágrima fácil, estos días nos estamos hartando.           Me pregunta la gente de mi familia cómo estoy. Imagino que como le sucederá al resto de compañeros. Y la verdad es que a ratos estoy más tranquilo que las aguas de un estanque y a ratos soy un volcán a punto de erupción. Mi carácter

DIA 7

          Ya no hago caso de las noticias. Son tres los motivos. No tengo tiempo, las ganas se desvanecieron y el leerlas me produciría más miedo. Sé que las cifras en Italia son horribles, en España vamos camino de alcanzar al país transalpino. De verdad, vivimos una pesadilla.           Debo de ceñirme a la realidad. Hoy Móstoles estaba casi vacío. Los coches y la gente que se movían por sus calles eran los estrictamente necesarios. Cosa que me alivia. Pero no es suficiente. Y digo que no es suficiente cuando se sigue denunciando a personas que a estas alturas de la película les da igual todo. Las excusas vanas que nos ponen me importan un pimiento. O escucho verdad o no me vale. Punto. Sobran, desde hace un par de días, las explicaciones que me limitaba a dar en cada intervención con intención de hacer ver. Me he cansado, todos los compañeros de mi turno nos hemos cansado. Estamos trabajando, hoy en concreto, nueve coches para más de doscientos mil habitantes. Somos lo que nunca

DIA 6

          Entre una entrada y otra creo haberme saltado un día. Lamento el retraso. Llego a casa agotado y, sinceramente, aún no sé ni el día de la semana en que vivo. He perdido la noción espacio tiempo y a veces tengo que preguntarle a Mayte si estamos a miércoles o jueves. Imagino que a todos vosotros, en vuestras casas, os sucederá algo similar. Tendremos que dejar pasar varios días para habituarnos a nuevas rutinas. Somos animales de costumbres pero también estamos preparados para adaptarnos a cualquier tipo de situación. Lo haremos.           Retomo el tema de mi familia porque se han producido cambios bastantes drásticos que seguramente tengan un desenlace fatal con uno de mis dos tíos.           Mi tío Eulalio, el que permanece ingresado en el Hospital Severo Ochoa de Leganés por Covid 19 está recibiendo algún tipo de medicación, según mi padre, no sé que le estarán suministrando, pero ha experimentado una leve mejoría. Eso es lo que me importa.           Mi otro tío es