Creo que le tengo cogido el pulso, en mayor o menor medida, al día a día en casa cuando no estoy trabajando. Me ha costado tiempo establecer una rutina, es lo único que me salva. Los seres humanos somos animales de costumbres pero también tenemos la facilidad de adaptarnos a las situaciones más complicadas que se nos presentan.
Me levanto y desayuno. Hago tareas del hogar. Entreno según el plan mensual que me sigue mandando mi entrenadora, fisioterapeuta y amiga Bárbara. Después tomo asiento ante el ordenador para escribir. Cocino. Reposo un rato trasteando con el móvil. Salgo a la terraza con Mayte, nos sentamos en las sillas que tenemos y nos centramos en la lectura que cada uno tenga entre manos imaginando que estamos en un banco del parque. El resto de la tarde transcurre con ejercicios de yoga o estiramientos y alguna serie o película. Salimos a las ocho puntualmente a aplaudir. Hacemos la cena. Nos atragantamos con cualquier telediario. Zapeamos un rato y a dormir.
Unas líneas más arriba he nombrado a Bárbara. Esta mujer es desde hace años la tercera mujer por orden de importancia en mi vida tras Mayte y mi madre. Bárbara me conoce tanto como ellas. No solo es mi entrenadora, mi fisioterapeuta y mi amiga, a veces cuando he tenido momentos muy duros en lo personal y en lo profesional ha sabido escucharme, estar ahí y aconsejarme. Ejercer de terapeuta aunque no lo sea se le da genial. Ahora mismo no lo está pasando nada bien a nivel laboral. Al ser autónoma no ingresa. Ya sabéis todos lo que sucede con este colectivo en este país actualmente. Ella está ofreciendo a través de su página web El viaje de Kawama entrenamientos guiados online por un precio simbólico de cinco euros. El lunes hice un pedido de entrenos en su web no para disfrutarlos, sencillamente como gesto de agradecimiento a todo lo que me ha dado durante estos años. Un aporte simbólico. Me llamó para agradecerme el gesto. Le dije que no había nada que agradecer. Que con ese dinero no se haría rica ni yo me empobrecería.
Las buenas noticias siguen brillando por su ausencia. Otro compañero en cuarentena y fastidiado por la situación de su madre. Él está en su casa confinado. Su madre también lo está pero en la suya. Una mujer muy mayor que aunque ha recibido el alta sigue viviendo con tensión. La misma que tiene él sabiendo que esto va para largo y no puede ayudar a esa mujer sola porque ninguno de los dos está con la salud al cien por cien.
Manuel, a quién admiro y quiero a partes iguales, me ha dado (hablo por mí) un ejemplo de sentido común y honestidad enorme. Él se encuentra perfectamente de salud. Ha tenido la mala suerte de formar pareja en el coche patrulla con un policía que ha caído por el Covid 19. Vive con su mujer e hijos. Repito, pese a estar bien y no presentar ningún síntoma ha obrado con entereza y sin histerismos de ninguna clase. Pende de un hilo que el Lunes esté o no con nosotros en la calle cazando monstruos. Debe llamar de nuevo al médico y será él quién le diga lo que debe o no hacer. Es fácil asustarse en estas situaciones, quedarse en casa por precaución. No creo que sea un héroe, lo que creo es que es un tipo sensato. Imagino que el miedo lo tendrá más por su familia que por él mismo, le conozco de sobra. Siento repetirme respecto a ayer pero debe ser el médico en última instancia quién juzgue.
Falta menos para volver a la calle. Para salir de este letargo semanal y tratar de seguir velando por la salud y las vidas de todos. Unirme a ese ejército que forman cajeros de supermercados, dependientes de farmacias y estancos, militares, conductores de autobuses y otros medios de transporte, policías nacionales, camioneros, taxistas, guardias civiles, cuidadores de gente mayor o discapacitada, policías autonómicas, trabajadores de residencias de ancianos, policías locales, sanitarios de todo tipo y un largo etcétera que quizá esté olvidando. Vivir acumulando tensión y ansiedad durante unos días. Es un sentimiento complejo. Quiero ir y ayudar. Me gustaría hacer todo lo que estuviera en mis manos pero de una forma sosegada. Sé que esto último es muy difícil de conseguir.
Una medida que ayer adopté para ir paliando la intranquilidad que me genera la llegada del Lunes es proponer a mis amigos más íntimos una vídeo llamada a las cinco de la tarde del día de hoy. Mila, J, María, Irene, Mayte y yo nos veremos las caras y charlaremos un rato largo con la condición de tener todos delante algún tipo de bebida. Yo propuse que tenía que ser alcohólica, una cerveza o un vino. Así imaginaríamos que estábamos más cerca, como en la terraza de cualquier bar, disfrutando de este maravilloso tiempo que se nos está escapando.
Ya tengo el tema de Charly en mi móvil. Islas mujeres de Javier Ruibal. Me dice que ha elegido esta canción porque su chica y la mía se están comiendo bastante mierda con esta situación y con lo que a él y a mí nos está tocando pasar en la calle. Que es su pequeño homenaje a nuestras parejas. Yo, al ser hoy el día mundial del piano, le he enviado dos joyitas: el disco Sneeuwland de Oskar Schuster y La llamada de David Cordero y Carles Guajardo del disco Enma.
Daniel de la Montaña se ha querido sumar a esto de enviarnos música. Bienvenido amigo. Todos sois bienvenidos para ir ampliando la playlist. Las aportaciones de Dela, así le llamamos los conocidos, han sido Viajero de Depedro y Los males pasajeros de Love of Lesbian.
Los poemas de hoy:
DE LA MÚSICA
sufrir instantes con la certeza de saber que convivieron conmigo en un pasado
el muro se alza para evitar mi existencia a ojos de los demás
instantes de relámpagos y pizarra negra
en una barandilla mal fijada
mientras el gato quiere equipararse al funambulista
ahí es cuando la inocencia veja a la soledad
empiezo a hacerme poroso
y no por creerme mejor
son estos atardeceres desnudos como el niño que fui
no atesorar la música
es justo lo que necesito
podrán decir de mí lo que deseen
si no es por ella
hace tiempo me habría planteado desaparecer
entre las líneas discontinuas
de cualquier carretera
**********
DEL VACÍO EN LA MUERTE DE UNA MADRE
el silencio
una colilla pisoteada en el trajín
y no poder contarlo
el gotero poco entiende de armarios llenos de sombras
fingir la perplejidad lanzándote un puñado de pimienta a la cara
en ocasiones una frontera sin ánimo
apartar las manos de una sábana que olvidó ocultar
y siempre el colchón murmurando entre las balas
entre los ecos de una mirilla
palpar la confusión
con el mimo de saber hasta dónde podría llegar cualquiera
ser libre no siempre implica felicidad
a veces la realidad se encara con nosotros
y las papeleras se llenan de ataduras
(Textos extraídos del libro PÁRAMO DE CLAVÍCULAS de Ángel Muñoz Rodríguez, año 2014 editado con Ediciones en Huida)
Playlist de este blog:
.Contando
lunares de Don Patricio.
.Autoconversación
de Pasajero.
.Las
tres estaciones de Max Richter, adaptación del original de Vivaldi.
.Split
de Rauelsson.
.Un
día en el parque de Love of Lesbian.
.Manhattan
de Quique González.
.Aire
puro de Pablo Und Destruktion.
.Dulce
introducción al caos de Extremoduro.
.Indestructible
de La habitación roja.
.Las
salas de espera de Vetusta Morla.
.No
puedo vivir sin ti de Coque Malla y Anni B Sweet.
.Telefonía
de Jorge Drexler.
.After
crisálida de Luis Brea y el Miedo.
.Palos
de ciego de Izal.
.Rugen
las flores de McEnroe.
.Young
and Foolish de Bill Evans.
.La
versión oficial de Lapido.
.Nadie
te devolverá el favor de Viva Suecia.
.Viajero
de Depedro.
. Los
males pasajeros de Love of Lesbian.
.Disco
Sneeuwland de Oskar Schuster.
.Islas
mujeres de Javier Ruibal.
.La
llamada de David Cordero y Carles Guajardo.
Comentarios
Publicar un comentario