Ir al contenido principal

DIA 10




          Amanezco sin haber recibido la recomendación musical del día por parte de Charly. Lo solucionamos rápido. Me deja Dulce introducción al caos de Extremo Duro y no puedo estar más de acuerdo. Vivimos en un caos, atemorizados, intentando mantener la calma a duras penas. No sabemos lo que pasará en unas horas como para preocuparnos por la semana próxima.
          Muchos de los que me contáis que leéis este blog sé que tenéis familiares en situaciones complicadas. Otros no pero el miedo os ronda. Solo os pido que respiréis profundo, las veces que haga falta, que lloréis y que sigáis con vuestro día a día confinados como si nada. No nos queda otra.


          Ayer al mediodía Mayte y yo tomábamos una cerveza en la cocina. Nuestra cocina da a un patio de luces que compartimos los vecinos de mi bloque con los del bloque de al lado. En un momento dado y en un arranque de solidaridad y espontaneidad alguien puso música a todo volumen y muchos salimos a las ventanas de nuestras cocinas a cantar y bailar. En esta circunstancia mi chica y yo pudimos conocer a nuestra vecina de la letra A. Llevamos viviendo pegados los unos con los otros un montón de años y apenas nos conocemos. Creo que la situación actual es idónea para estrechar lazos. Nos contó que es enfermera y que está saturada en su trabajo, se le notaba en la cara. Ojeras y cansancio. Es una chica muy joven, como su novio. Parecen majos. Imagino que hablaremos en más ocasiones. Terminada la sesión musical cerramos las ventanas no sin antes despedirnos.


          Sigo pensando mucho en gente que está sola en sus casas y la manera en que deben estar paliando esa soledad. Vienen a mi memoria mi amiga Irene, mi tía Paloma con la que ayer tuvimos una vídeo llamada por Whatsapp, mi querido Kebran allá en Sevilla encajonado en las cuatro paredes de su habitación de alquiler con sus mascotas o mi compañero de trabajo Molina.
          Me gustaría contaros que el coronavirus ha hecho que tenga más relación, en mi ámbito laboral, con gente que apenas conocía. Uno de ellos es el profe Molina. Lo de profe es por el conocimiento que tiene de leyes, se las sabe casi al dedillo. Es sindicalista, pero de esos sindicalistas que dan ejemplo como Guadarrama o Torralba. Él ejerce su labor sindical pero no la usa como excusa para faltar al trabajo cuando le viene en gana. Como policía, bajo mi humilde punto de vista, es un tío competente. Sin embargo, a estas alturas de este diario y de la película no voy a alabar lo bueno que son todos mis compañeros de trabajo. Prefiero hablar del lado más humano y personal de todos ellos, con respeto, admiración y por supuesto con su permiso.
          Molina estuvo trabajando en mi turno la semana pasada. Hoy Lunes está librando. Hablando con él me enteré que está solo en casa. Está casado y tiene hijos. Se olía la tostada a distancia de lo que podía pasar y fue consciente del peligro que podía trasladar a su casa con su profesión. Mandó, al principio de todo esto, a su mujer y a sus hijos al pueblo con la familia. Me he ofrecido para hablar por teléfono con él las veces que haga falta para paliar esa soledad. Hoy es el cumpleaños de uno de sus hijos, cumple siete años y no está ahí con él para celebrarlo. Compró regalos con antelación y la madre ya se los habrá dado al muchacho. Es un tipo muy previsor el profe. Descansa Moli, quizá en breve, antes de lo que pensamos, tengamos que volver a la calle a cazar monstruos.


          He encontrado una manera muy útil y práctica estos días para paliar mis nervios y relajar la mente. Me dedico a meditar. Me encierro en una habitación de casa, pongo una esterilla sobre el suelo, me tumbo con un cojín en la cabeza, pongo un audio de treinta minutos con música relajante y procuro centrarme en mi respiración. Intentadlo en vuestras casas. Es un plan distinto y muy beneficioso para todos. Cuando medito me acuerdo mucho del loco de mi compañero Davilón. Él paso por una serie de vivencias hace tiempo que le cambiaron por completo interiormente y me recomendó esto de la meditación. Es también policía, un policía peculiar, una mezcla de mil cosas metidas en una coctelera, pero es un tío de fiar. Ya os hablaré en otra ocasión de él. De momento quedaros con esto que os digo, intentad meditar.
          Digo esto de meditar porque la gente está muy crispada y tiene que intentar calmarse como sea. Vamos para largo y aquel que no lo vea es un inconsciente. No podemos ejercer de policías o jueces desde nuestras terrazas cuando vemos a alguien en la calle. Esto está pasando en muchos sitios de este país. Gente cabreada que grita e insulta a cualquiera que pasa por la calle sin saber si esa persona va a trabajar a algún sitio en el que es necesario o si está paseando a su perro y tan solo lleva con él cinco minutos en la calle y al lado de su casa. Esto último le ha pasado a mi amigo y ex compañero Daniel De la Montaña hoy mismo. Está librando, es policía en Madrid. Ha sacado a su beagle a la calle, pegado a su portal, y una señora le ha empezado a decir de todo menos bonito. Llevaba en la vía pública literalmente cinco minutos. De verdad, lo reitero, dejemos de hacer de jueces o policías desde nuestros balcones, no conocemos la situación personal de la gente que anda por la calle, para eso ya están en las mismas Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil o el Ejército. No adelantamos nada como sociedad insultando a los viandantes que, repito, no sabemos dónde van. Que mediten o hagan yoga aquellos que usen su balcón como el púlpito desde el cual lanzar críticas.


          Ayer por fin pudimos ver las caras de nuestros amigos más íntimos. Usamos la vídeo llamada múltiple de Whatsapp y charlamos durante un rato Mila, Irene, J, María, Mayte y yo. Estamos todos bien. Mila con sus gatas en casa. Irene sola pero entretenida e imagino que hablando con su chico y la familia todos los días. J y María en su casita con su pedazo de escalera que para mí quisiera y hacer deporte en ella. Chicos, cuando esto acabe nos vamos a juntar y a montar una muy buena. Palabra de honor. Os quiero una barbaridad. Seguid en mi vida.


          Voy a ir terminando con una nota de humor. Emilio El Perolo, el ser superior, el modelo de catálogo del Carrefour, el casi míster Ávila está en su casa desde el principio. Estos adjetivos los utiliza a menudo para definirse y los demás no podemos dejar de cachondearnos.
           Bromas aparte. Es un tío que de entrada puede producirte mil cosas pero si te molestas en conocerle sabes que ahí tienes una persona literalmente cojonuda. Está de baja porque antes de que empezara la pandemia del coronavirus se fastidió la rodilla. Medio cojo y a la espera de que le operen poco o nada puede hacer el hombre acudiendo al trabajo. Hablamos casi a diario y me cuenta que mata el tiempo viendo Juego de Tronos. Le gusta jugar al fútbol y al pádel, y aunque no puede salir a la calle a practicar deporte tampoco puede hacer casi nada en casa tal y como está. Yo estoy supliéndole, estoy yendo con su compañero Jorge que ahora es el mío. Cuando él vuelva ya veremos donde acabo yo. Pero bueno, como me digo desde hace una semana, día a día.


          Quiero dejaros mi recomendación musical de hoy igual que Charly lo hace conmigo. Indestructible de La habitación roja.


          Hoy es Lunes. Porqué tiene que ser Lunes, tenemos que estar en casa y encima llover. Parece que todo se ha confabulado para que la tristeza nos arrope hoy con más fuerza.



       

Comentarios

  1. Te libraste el finde de los monstruos. Toca desconectar.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por acordarte de mi, por la mención, buena idea esta de volver a dar vida a los blogs, que estaban muertos.
    Comentar que ando con mis mascotas, pero en casa de mi ex, ya que hay buena relación. Ya te voy contando, tu sigue escribiendo, te leeré
    Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  3. La historia esta llena de guerras, desde las más antiguas como son las guerras Púnicas, o ya las más modernas como la guerra de Vietnam o el genocidio Camboyano, pasando por las dos grandes guerras a nivel internacional, tanto la Primera Guerra Mundial como la Segunda.
    Todas estas guerras tenían algo en común, sí algo en común, que podías ver al enemigo, luchabas con algo visible al ojo humano.
    Pero la guerra a la que nos enfrentamos a día de hoy es invisible al ojo humano, para poder ver a nuestro enemigo necesitamos un microscopio ¿de cuántos aumentos? . No lo se.
    Esto es una guerra también a nivel mundial, una guerra bacteriológica donde muchas veces no sabemos donde esta el enemigo.
    Animo a tod@s.
    Llevo seis años y 4 meses en esta Santa Casa.
    Todos tenéis algo especial, empezando por los insultos del Perolo con su buen humor, hasta las bromas pesadas de Davilon. Pongo a estos dos personajes, porque la verdad no tienen ningún desperdicio.
    Hacer dos menciones especiales.
    La primera es a Angelito autor de este blog. Lo leo por rutina todos los días. Gracias Angel.
    La segunda mención es para mis compañer@s del CINCO y muy especial para Borre, un artistazo y un profesional como la copa de un pino, ha sido mi primer compañero fijo en esta casa. Solo tengo buenas palabras para esta persona.
    Nos vemos.
    Un saludo a tod@s Juanito.

    ResponderEliminar
  4. Ya te digo Cepeda, espero que cada vez queden menos. Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Kebran, hermano, me alegro de que tú situación no sea tan solitaria, me alegro y mucho. Seguiremos hablando, en primera fila siempre.

    ResponderEliminar
  6. Juanito, no te falta razón. Mil gracias por tu lectura y tu sabio comentario. Nos vemos estos días, seguro.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DIA 29 CONFINAMIENTO

          A estas horas estoy más sosegado. He llorado a moco tendido entre las cuatro paredes de mi casa. Qué otra cosa puedo hacer.           Mañana seguirán dando estadísticas de infectados, sanados y fallecidos. Puros números. Mi tío Eulalio será un dígito más, como lo fue mi tío José. Hoy quiero recordarlos a los dos. Porque sí. Porque no quiero que su vida quede reducida a un número, no me sale de las narices. Porque nadie se acordará de ellos cuando esto pase salvo su familia. Porque sé que en otras casas están pasando estos dramas pero este drama es el mío y me apetece desahogarme. Porque es muy probable que este blog, cuando esto acabe, no tenga trascendencia alguna (tampoco es que tenga demasiada ahora), pero sí me gustaría que en algún lado, aunque sea en la puñetera red de internet los nombres de mi tío José y mi tío Eulalio salgan, que no sean dos anónimos más. Al menos hoy lo quiero así, no me apetece otra cosa. Si hago lo contrario a lo que ahora me dicta el corazón

DIA 11

          Anoche me llevé un pequeño sofoco a raíz de una discusión con los únicos amigos que mantengo del mundo de la poesía al que yo pertenecí unos años atrás.           Hace tiempo escribía poesía, publicaba algún libro que otro, acudía a recitales. Ya no. No me apetece, no tengo ganas, es un mundo, ese al que acudía, que me parece vacío, carente de sentido, gente cargada de ego por escribir sus ripios, como yo, y que se creían o se creen mejores, gente que cree que la poesía salvará al mundo. La poesía no salva a nadie. La poesía es un entretenimiento, un arte, una vía de expresión, pero no salva vidas. Siento ser tan práctico. Pero poco a poco voy descubriendo lo que realmente importa en esta vida. Y lo que importa son las personas, no solo ahora por la situación dramática que tenemos, también antes. A mí qué más me da que los versos de quién sea estén a la altura de Chantal Maillard o Pessoa si luego es un imbécil como ser humano. Sigo leyendo poesía porque me gusta, trato d

DÍA 1

          Me llamo Ángel Muñoz y soy Policía en el municipio madrileño de Móstoles. He creado este espacio común con la intención de contar, evitar asfixiarme. No busco concienciar a nadie. Como bien me aconsejó mi querido Alberto Torrego, durante un libro sobre el que trabajamos meses y cuya publicación luego se vio truncada, escribiré de una manera directa, sin rodeos, con la intención de no confundir al lector.           Nadie es ajeno a la situación dramática que a día de hoy vivimos en nuestro país, aquel que a estas alturas de la película esté desinformado vive en otro planeta.                   Llevo más de 15 años ejerciendo mi labor profesional en el municipio anteriormente mencionado. Un municipio situado al suroeste de la Comunidad de Madrid, la cual, a estas horas en las que escribo, es la comunidad, que no la única, más asolada por la terrible pandemia del coronavirus o Covid 19.           Estoy librando. Llevo bastantes días, como la mayoría de la ciudadanía