Qué rápido pasan las horas, los días, las semanas. Qué lejano parece todo. Qué fugaz es el dolor que pasa a ser sustituido por otro sentimiento totalmente distinto.
Procuro no estar triste, no mirarme mucho al espejo después de tantos días por si el que está al otro lado ya no soy yo.
No quiero anclarme en el duelo. No he podido siquiera. Ha sido un llanto demasiado efímero, lo vi también en el rostro de mi padre cuando hablamos por vídeo llamada. Qué más se puede hacer. Estoy seguro de que no tardando mucho volveremos a dónde solíamos gritar.
Es lunes y toca salir a cazar monstruos. Le he perdido el respeto a los monstruos, igual que ellos le han perdido el respeto a todo el mundo. Me estaré acostumbrando a esta nueva forma de vivir donde el más listillo parece que gana, donde no puedes detenerte a saludar a nadie, donde no hay cabida para abrazos o palmadas en la espalda, donde todos andamos deprisa y giramos la cabeza cuando nos cruzamos con otra persona. Me he habituado a dormir mal, a no pensar más allá del momento, a mirar el calendario y ver que los días no necesitan de mí, a pasear por mi casa con los ojos cerrados imaginando un sol y un parque, a saber que hoy sí y mañana quizá no.
Manuel y Miguel, mis dos compañeros en los últimos diez años vuelven para estar con nosotros. Están bien. Dispuestos a ahuyentar todo aquello que les quita el sueño a los ancianos, a los padres, a las madres, a los niños, a la Martina de Santi Balmes. Ganas y miedo. Qué sentimientos tan contradictorios. Nunca algo que te producía unas ganas enormes de hacerlo podía aterrar tanto. Y mientras, los de arriba, los que manejan como Moiras nuestros hilos siguen sin saber adónde vamos. Me calma la música, leer en la terraza sentado en una silla junto a Mayte cuando a eso de las seis el sol empieza a azotarla con más fuerza. No me tranquiliza la actividad física que hago en casa, la mantengo por hábito, igual que mi rutina de estiramientos, el día que deje de hacer esto último, mientras estemos confinados, sé que estaré perdido, la cabeza dejará de guiarme en la dirección correcta, es mi toc.
Hoy vuelve a mi mente aquella intervención en la que Jorge, Molina, Guadarrama y yo tuvimos que llevarnos a un padre y una hija detenidos. Esto fue en el período de alarma anterior, cuando no había tantas restricciones. Hemos pasado lo peor, un período de hibernación, dicen. La restricción más dura. Vuelven las calles a estar más abarrotadas pero la gente está de peor ánimo, con sentimientos encontrados, con frustración. Habrá más trabajo, seguro.
Me pregunto cómo estarán llevando ese padre y esa hija este encierro forzoso. Se amenazaron con cuchillos en el hogar por una simple discusión familiar que se fue de las manos. La muchacha no tenía otro sitio en el que refugiarse. Es muy duro que todo se estropee de una manera tan cruel.
Edu El Castor, como todos le llamamos, no se encuentra bien. Lo lleva anunciando desde el viernes. Tiene una mezcla de síntomas raros y se queda en casa. Su compañero Manuel El Pistacho, el valiente de salud frágil, aunque está perfecto, según sus palabras, por protocolo también nos deja solos un tiempo.
No soy un héroe, ninguno de nosotros lo somos. Nos pagan por lo que hacemos. Y yo siempre, desde bien pequeño he creído que era un tipo frágil de salud y frágil psicológicamente. Sin embargo aquí sigo, sujeto al mástil, sin caer, con algún que otro tropiezo pero sin haber hincado la rodilla. No me vanaglorio de ello. Lo cuento porque estoy sorprendido de mí. Nunca creí que en una situación así llegaría tan lejos. Quizá más adelante tenga que desdecirme y mi nombre y apellidos pasen a ser otro número más de las estadísticas diarias. No rezo porque no creo, pero me prometo ser fuerte y no caer. Por Mayte, por mis padres que lo están pasando tan mal como unos perros apaleados, por mi hermano que está cuidando de Ainara que hace nada tuvo un trombo pulmonar. Sé que realmente no protejo a nadie. Que ellos se cuidan solos, pero esos pensamientos son los que me hacen fuerte cada vez que toca salir ahí fuera.
Estoy pensando en hablar de mi familia en futuras entradas de este blog. Una familia que ya de antemano era pequeña y que cada día que pasa mengua más. Creo que merecen ser recordados todos. Quizá mañana lo haga y sepa cómo atajar semejante tarea que se me antoja complicada.
Siguen llegando cosas que compartir. Música, libros y series. Emilio El Perolo me recomienda, desde su exilio con su rodilla maltrecha, Espartacus. Ya terminó con Juego de Tronos.
Chary, Dela y yo seguimos con nuestro hábito musical y fluyen temas como Parecemos tontos y En bandeja de plata de Enrique Bunbury, Cualquier otra parte de Dorian, Allí donde solíamos gritar de Love of Lesbian, Canción de culto de Modelo de respuesta polar o Hay un fuego de La maravillosa orquesta del alcohol.
Nunca le presté atención a lo que hacía Santi Balmes y los suyos. De un tiempo a esta parte Love of Lesbian me emociona, me moja los ojos, me hace tener esperanza. Quizá sea el primer grupo al que vaya a ver a un concierto, si es que los conciertos vuelven, si es que nos dejan volver donde solíamos gritar.
Todos los días
me tomo la palabra
antes de pisar la calle.
No sé por qué me molesto.
Regreso a casa
sabiendo
que no logré ponerme a salvo
que tuve que fingir
ahí fuera
para sobrevivir.
(Poema perteneciente a LAS COSAS QUE CONOCES de Ángel Muñoz Rodríguez editado con HUERGA Y FIERRO EDICIONES y prólogo de Marisol Sánchez Gómez)
Playlist:
.Contando
lunares de Don Patricio.
.Autoconversación
de Pasajero.
.Las
tres estaciones de Max Richter, adaptación del original de Vivaldi.
.Split
de Rauelsson.
.Un
día en el parque de Love of Lesbian.
.Manhattan
de Quique González.
.Aire
puro de Pablo Und Destruktion.
.Dulce
introducción al caos de Extremoduro.
.Indestructible
de La habitación roja.
.Las
salas de espera de Vetusta Morla.
.No
puedo vivir sin ti de Coque Malla y Anni B Sweet.
.Telefonía
de Jorge Drexler.
.After
crisálida de Luis Brea y el Miedo.
.Palos
de ciego de Izal.
.Rugen
las flores de McEnroe.
.Young
and Foolish de Bill Evans.
.La
versión oficial de Lapido.
.Nadie
te devolverá el favor de Viva Suecia.
.Viajero
de Depedro.
. Los
males pasajeros de Love of Lesbian.
.Disco
Sneeuwland de Oskar Schuster.
.Islas
mujeres de Javier Ruibal.
.La
llamada de David Cordero y Carles Guajardo.
.
Monstruos de Leiva.
, El
imposible de Modelo de respuesta polar.
.
Frío de Alarma.
.
Tierra de Xoel López.
.
Héroes de Motorhead.
.Un
rayo de luz de McEnroe.
.El
poeta Halley de Love of Lesbian.
.Cuarto
sin ventana de Kutxi Romero.
.In
this shirt de The irrepressibles.
.Parecemos
tontos de Bunbury.
.En
bandeja de plata de Bunbury.
.Cualquier
otra parte de Dorian.
.Allí
donde solíamos gritar de Love of Lesbian.
.Canción
de culto de Modelo de Respuesta Polar.
.Hay
un fuego de La Maravillosa orquesta del alcohol.
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