Seguimos en casa encerrados. Como la gran mayoría de la población de este país. Lo vuelvo a repetir. Seguimos Mayte y yo en casa encerrados. Por tercera vez. Mi chica y un servidor seguimos confinados.
Son pocas palabras ¿verdad? Creo que su significado es sencillo ¿cierto? Me sigo cuestionando porqué habitan entre todos los seres humanos de nuestras comunidades autónomas una caterva de individuos tan súmamente estúpidos que no parecen comprender algo tan fácil. No os voy a descubrir nada nuevo que no sepáis. Todos hemos visto hoy en redes sociales y medios de comunicación los ejemplos de incivismo, egoísmo, falta de empatía, sentido de la responsabilidad, y muchas palabras más que se me ocurren, de una serie de parásitos humanos que ponen en riesgo no solo su vida, también la de los suyos y la del resto de la población. Creo que muchas personas nacen y morirán idiotas. Siento ser tan duro. Pero lo que está pasando allá afuera lo es, tanto que puedo permitirme el uso de estas palabras.
Nada nuevo bajo el sol como en el resto de hogares españoles. Hoy un poco más agitado. Mañana entro de servicio, igual que Carlos Miguel, Miranda, Torralba, Mansilla, Isra, Jorge, Monchito, Pagador y un largo etcétera. Sé que me olvido de muchos, disculpadme, iréis saliendo en esta especie de diario o cuaderno de bitácora.
En casa seguimos usando muchísimo el móvil para contactar con todo el mundo. Hoy me sentía menos comunicativo con mi familia, son días, imagino que el ánimo sube y baja y hoy tocaba estar un poco abajo. Aún así he seguido compartiendo vídeos bobos con la gente por Whatsapp con la idea de no decaer. Prefiero seguir haciendo estas banalidades, banalidades que me mantienen vivo, a hundirme psicológicamente en la mierda. Tareas del hogar, algo de actividad física indoor, bailar con mi chica el tema de Don Patricio `Contando lunares´ en la cocina, ver la televisión. Lo repito, nada diferente a lo que cualquiera de vosotros pueda hacer en sus casas.
Anoche, muy tarde, justo cuando iba a la cama me escribió mi amigo Eduardo Boix. Vive en Elche. Trabajador social y escritor, no tiene que ser por ese orden. Buen poeta. Hace muchísimo que no nos vemos. Sigue con interés estas simplezas que escribo. Me dice que no quiere sonar moñas, que me quiere. No eres moñas Edu, eres un buen ser humano.
Mi familia, de la cual me olvidé hablar ayer por aquí, lo que no quiere decir que no estén todo el puñetero día presentes en mi cabeza, sigue igual. Mi tío Eulalio sigue en el Severo Ochoa de Leganés. Mi tío José muriéndose. Mi tía en casa sola en cuarentena y mis primos en la misma situación. No me apetece entrar en detalles.
Al despertarme caí en que mi querido Pedro Serrano, allá por tierras andaluzas, militar de profesión, estará desplegado. Le escribo. Está confinado de manera obligada en su hogar. Un cabo primero de su cuartel ha contraído el bicho y los han mandado a todos a casa. Él tiene la difícil papeleta de querer ayudar y no poder. Pero tiene una papeleta aún mayor. Su mujer Inma está recién trasplantada. Debe ser cauto. Sé que lo es. Es un tío muy meticuloso. Igual que corriendo ultras. Como su reciente éxito en el Ultra de Bandoleros. Ánimo Pedro.
Mari y Rubo nos mandan un vídeo de cómo hacer natación indoor en el salón de casa. Sí, sí, lo que leéis. Lo repito. Natación indoor en tu propio salón. Sería muy difícil de explicar por aquí pero es divertidísimo verles como se lo montan con aletas, bañador y demás avalorios. Mayte y yo hoy les hemos imitado. Hemos quedado en que seguiremos mandándonos tonterías. De todos modos mañana os veo chicos.
Por cierto, voy a ponerme serio con un tema. El abandono de mascotas. Estos días hay gente, por llamarlos de alguna manera, que está abandonando a sus perros. Imagino que por no querer o no poder aguantarlos en casa. No tienen ni corazón ni alma. A mi me encantan los perros, pero soy consecuente. Vivo en un piso pequeño y además no quiero tener la obligación adquirida de todos los cuidados que ello conlleva. Pero me parece totalmente inhumano que alguien que en su momento decidió aportar a su hogar una compañía más deje tirado a ese ser en cualquier cuneta como un juguete roto. Exijo desde aquí la más dura de las multas para ellos.
Cuando hablo de canes me acuerdo de las palabras de mi compañero Fernando. Policía de la unidad canina. De mi promoción. Tan veterano como yo. Nunca jamás me ha escrito ni me ha llamado. Estos días tan duros están despertando lo mejor de todas las personas. Literalmente me ha puesto a mediodía: " Buenas Ángel, creo que es la primera vez que te escribo, tengo que decirte algo de corazón. Me mola tu blog. Ánimo y no dejes de escribir. Un saludo. Espero que tu familia y tu estéis bien. Nos vemos mañana compañero. Saludos perrunos". No puedo aportar más a este gesto.
Hay una cosa que me está sucediendo estos días. Nunca me había detenido en los detalles. Ahora, con el casi silencio de las calles, se oyen los graznidos, espero que esté usando el término correcto, de las urracas y las cotorras argentinas. La vida sigue afuera. Y nosotros, tarde o temprano, volveremos a recuperar su ritmo. No tengáis ninguna duda. Mientras tanto os invito a que dediquéis un rato del día a escuchar a los pájaros. Es una sinfonía natural preciosa.
No quiero seguir alargando la narración del día de hoy en exceso. Hubo muchos detalles, como ayer y antes de ayer.
Me acuerdo de Roberto "El Lobo". Le gusta lo que estoy haciendo. A mí me gustaría que cuando esto acabe el nos cocine en comisaría un homenaje de esos que él sabe hacer. Tiene buena mano para los fogones.
Álvaro "El Paleto". Antiguo policía y ahora bombero. Me reta a correr juntos, a buen ritmo, cuando esto acabe. Lo estoy deseando tanto como tú amigo mío.
O Araceli, una mujer que como yo y tantos otros estaremos haciendo lo que buenamente se pueda en la calle los días venideros, me manda sus poemas. No tenía ni idea que escribía. Habrá tiempo, ya lo verás guapa, para que esos poemas vean la luz en alguna editorial.
Mañana le tomaré el pulso, por fin, a la maldita realidad que ahora tenemos. Mayte y yo nos hemos abrazado virtualmente con nuestros padres. Usando la aplicación Whatsapp hemos vuelto a verles y nos hemos abrazados a nosotros mismos frente a las pantallas del teléfono móvil simulando un abrazo real con ellos.
Fuera está lloviendo. Mañana os cuento. Voy a apurar el whisky y a leer `La novia gitana´de Carmen Mola.
👏👏👏 grande primo. Mucho animo.
ResponderEliminarQue gran persona! Un abrazo muy fuerte y paciencia en tus servicios! Gracias por ser así.
ResponderEliminarDale un beso a la enana y Ángel. A ti te mando dos.
ResponderEliminarPedro? Creo que eres tú. Abrazos muy fuertes. En caso contrario también mil abrazos, son necesarios, aunque sean virtuales.
ResponderEliminarHola Angel! Te leo, te sigo. Me encanta. Es inmediato y tiene fuerza y sinceridad.
ResponderEliminarMe gusta mucho que nos cuentes "Las cosas que conoces", 😜.
Marisol. Como siempre estás ahí. Mil gracias
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